Cuando los estafadores obtienen acceso a la cuenta del seguro social en línea de una persona pueden cambiar la dirección y la información de depósitos o solicitar tarjetas de reposición.
Durante las últimas dos décadas, Marge, de 88 años y madre de Liz Birenbaum, ha recibido su cheque del seguro social el segundo miércoles de cada mes. Es su única fuente de ingresos, con la que paga su habitación en un centro de atención a largo plazo, donde llegó en octubre después de sufrir una apoplejía.
Cuando el depósito no llegó en enero, accedieron a la cuenta del seguro social de Marge, y encontraron unas pistas sorprendentes: los cuatro últimos dígitos de un número de cuenta bancaria que no coincidían con el suyo, en un banco que no reconocían.
“Alguien había entrado”, comentó Birenbaum, quien vive en Chappaqua, Nueva York. “Entonces, entré en pánico”.
Pronto fue evidente que un estafador había redirigido la prestación de 2452 dólares a una cuenta desconocida de Citibank. Marge, quien vive en Minnesota, nunca había realizado operaciones bancarias ahí. (Birenbaum solicitó que para referirse a su madre tan solo se usara su nombre de pila para protegerla de futuros fraudes).
De inmediato, Birenbaum empezó a hacer llamadas para arreglar el problema. Cuando por fin se puso en contacto con un representante del seguro social en una oficina local de Bloomington, Minnesota, la persona mencionó de manera despreocupada que esto ocurría “todo el tiempo”.
Fuente. https://www.nytimes.com/es/2024/03/14/espanol/fraude-seguro-social.html